Historia
Nuestra actividad maderera y forestal la empezaron nuestros abuelos paternos en el año 1.948 comprando las primeras partidas de madera y en paralelo dirigían otros trabajos forestales para empresas que actuaban en la comarca.
En aquella época cabe destacar que el arrastre de la madera se hacía en algunas ocasiones con burros uncidos a par y el transporte con camiones cuya fuerza motriz era el gasógeno (este sistema es el resultado de quemar combustibles sólidos como por ejemplo madera en una caldera con una entrada de aire controlada para evitar una combustión completa, lo que permite que se produzca monóxido de carbono estos gases son terminados de quemar en el motor térmico).
La madera se cargaba a mano (técnicamente se llamaba cargar a hombro porque era en esta parte del cuerpo donde se apoyaban los troncos para subirlos al camión).
Los pinos permanecían cortados y pelados más de un año en el bosque con la condición de que perdieran peso.
Todos estos trabajos se sitúan en un pueblo de la provincia de Cuenca llamado Henarejos. Siempre fue una comarca con una gran tradición forestal, en la que llegaban a cortar hasta 50.000 pinos por año, en una superficie de 14.000 hectáreas aproximadamente.
Esta actividad sólo la continuo Leonardo Ortiz García (nacido en 1.934), el mayor de los tres hijos de Heliodoro Ortiz (nacido en 1.902) y Angelina García (nacida en 1.904).
En 1.960 después de casarse y trasladarse a vivir a un molino en la localidad de San Martín de Boniches, compra sus primeras partidas de pinos y chopos en aquel entonces se cortan todavía con sierros de mano. Para este utensilio hacen falta dos personas y en ocasiones le ayuda su esposa Emelina Pérez (nacida en 1.936).
Años más tarde en 1.966 comienza la industrialización con la compra del primer moto sierro marca Sthil modelo 08, era la primera máquina a motor. La actividad maderera va creciendo con la compra de pinos y chopos en otros pueblos de alrededor.
En 1.985 se mecanizo el arrastre con la compra y posterior adaptación de un tractor de cadenas marca Lamboghirni al que se le acoplo una pala buldózer y un cable estante. Este tractor podía arrastrar varios metros cúbicos en cada viaje. Con esta máquina se pudo ofrecer un mayor servicio de trabajos forestales para las empresas de la comarca.
Leonardo Ortiz García intensificaba cada vez más su actividad comercial a medida que sus cuatro hijos iban creciendo y mejorando sus capacidades profesionales.
Posteriormente adquirió una descortezadora móvil la cual funcionaba con la toma fuerza del tractor. Esta máquina nos permitió mejorar la producción de la pela de madera porque hasta entonces se pelaba con hacha (a mano).
En 1.995 a causa de un gran incendio forestal en San Martín de Boniches, Henarejos y varios municipios más en las que se quemaron unas 18.000 hectáreas, la empresa familiar se le dio un carácter más empresarial donde se formo MADERAS SAN MARTIN SOCIEDAD COOPERATIVA con Leonardo Ortiz García y tres de sus hijos (Luis Miguel, José Manuel y Salvador).
A partir de esta fecha es cuando se compra la mayoría de maquinaria como camiones, la segunda descortezadora móvil sobre semi-remolque y otros vehículos.
En el 2.006 y 2.007 se renueva las grúas forestales, estas máquinas son notablemente más rápidas y potentes, lo que nos permite adaptarle una grapa cortadora para trocear la madera sin bajar de la grúa. Además se renuevan los vehículos todoterreno.
MADERAS SAN MARTIN con sus equipos pasa a ser la primera empresa de España en ofrecer y realizar el mejor servicio de descortezado móvil de madera desplazándose por todo el país.
En el 2.009 con el comienzo de la crisis en España y la tampeta en las Landas (Sur de Francia) se arrancaron 50 millones de toneladas aproximadamente de madera de pino marítimo. Maderas San Martín como estrategia busca nuevos mercados en la región de Aquitania y consigue contratos con Smurffit Kappa para descortezar 60.000 toneladas.
En el mes de abril del 2.011 comienza una nueva actividad en el sector de la Biomasa, arrancando tocones de pino y su posterior saca de éstos a borde de pistas y caminos, para este tipo de trabajo se realizan importantes inversiones en maquinaria y accesorios específicos. A partir de aquí comienza la especialización del personal en este sector.
El legado de la actividad forestal ha sido crecer profesionalmente para mejorar el servicio y seguir compitiendo cada día.
